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ANTECEDENTES DE LA OPERACIÓN ESTADÍSTICA
Desde el año 2001, el DANE viene realizando la investigación de trabajo infantil, que tiene una importancia vital para el desarrollo de política de infancia y adolescencia en el país. Sin embargo, los temas relacionados con los niños, niñas y adolescentes han sido explorados por el DANE desde la década de los noventa en diferentes encuestas que implicaron convenios con otras instituciones y permitieron el aprendizaje de la institución sobre esta temática. Un ejemplo de ellos es la encuesta sobre niñez y adolescencia realizada en 1996, en conjunto con el DNP, Ministerio de Salud, ICBF, DANE con la colaboración del Ministerio de Trabajo y la Consejería de Política Social la cual se aplicó a 13.000 hogares de la muestra de la Encuesta Nacional de Hogares (ENH) con niños y niñas con menos de 18 años de edad, resaltando el hecho que ésta encuesta incluyó un módulo con 19 preguntas sobre trabajo infantil.
El compromiso por la erradicación del trabajo infantil es un proceso que ha tenido la participación de múltiples organismos tanto del orden nacional como multilaterales. Durante la I Reunión Iberoamericana Tripartita de nivel Ministerial sobre Erradicación del Trabajo Infantil llevada a cabo en mayo de 1997, los países de la región firmaron la "Declaración de Cartagena de Indias sobre Erradicación del Trabajo Infantil", en la que se comprometieron a crear y mantener un Sistema de Información y Análisis sobre Trabajo Infantil, con el apoyo de la OIT a través del Sistema Regional de Información sobre Trabajo Infantil (SIRITI). Este compromiso está siendo cumplido por Colombia, a través del desarrollo que sobre el sistema adelanta el DANE en cumplimiento del Acuerdo 89613 con la OIT/IPEC.
En 1998, el Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (CEDE), contratado por el IPEC, realizó el estudio Niños, Niñas y Jóvenes Trabajadores: Colombia 1996, con base en los resultados de la ENH y la Encuesta sobre Niñez y Adolescencia (ENA). Este estudio estableció la tendencia del trabajo infantil entre 1992 y 1996, realizó un análisis actualizado del trabajo infantil, e hizo una comparación de los instrumentos de medición utilizados con el fin de realizar recomendaciones para su aplicación en futuros estudios. Sus resultados y el estudio de sus recomendaciones se realizaron en el "Seminario Taller Análisis de Situación sobre Niños, Niñas y Jóvenes Trabajadores", a partir del cual se acordó elaborar una propuesta de medición nacional con la cual garantizar la obtención periódica de información sobre los trabajadores menores de 12 años de edad, información detallada sobre los trabajadores entre 5 y 17 años de edad y sobre los que realizan actividades no económicas.
Dentro del esfuerzo por obtener de manera sistemática la información requerida para avanzar en la erradicación del trabajo infantil, por su parte la OIT estableció a nivel mundial el Programa de Información Estadística y Monitoreo en Materia de Trabajo Infantil (SIMPOC), cuyo objetivo es "ofrecer a los países un instrumento para obtener y analizar datos, planificar actividades contra el trabajo infantil y evaluar los resultados conseguidos con la ejecución del programa".
En Colombia, el gobierno a través del DANE y SIMPOC de la OIT/IPEC, unieron esfuerzos para llevar a cabo en 2001, la Encuesta sobre Caracterización de la Población entre 5 y 17 años en Colombia, con el fin de obtener "información necesaria sobre los menores involucrados en actividades económicas y no económicas y las características demográficas y socioeconómicas generales de todos los menores en edad escolar y para los que trabajan, las condiciones de trabajo, seguridad y aspectos de salud (con énfasis en el tipo, frecuencia y gravedad de las lesiones o enfermedades), así como las razones que tienen para trabajar. La encuesta identificará también las características demográficas y socioeconómicas de los padres de cualquier menor del grupo de 5 a 17 años de edad, puesto que existe correlación entre ellas y la incidencia del trabajo infantil".
La política nacional de erradicación del trabajo infantil y la protección del trabajo juvenil en Colombia, se inició en 1995 con la creación de un comité interinstitucional creado mediante el Decreto Presidencial No. 859 conformado con representantes del gobierno nacional, los gremios económicos y asociaciones de trabajadores. Este comité ha liderado tres planes de acción: 1996-1999, 2000-2002 y 2003-2006, con resultados significativos, como el posicionamiento de la problemática en las agendas públicas en los niveles nacional, departamental y municipal. A partir de estos avances, el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010 determinó continuar con la caracterización del trabajo infantil y juvenil, fundamentada en las mediciones realizadas por el DANE en 2001, 2003, 2005 y 2007, las cuales se tomaron como base para definir las metas del milenio, los indicadores de la política pública en materia de trabajo infantil para el período 2010 - 2015 y 2019, y la estrategia nacional para prevenir y erradicar las peores formas de trabajo infantil y proteger al joven trabajador 2008-2015.
La continuidad de esta estrategia de erradicación del trabajo infantil se establece en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) Prosperidad para Todos 2010-2014 según el cual "(…) Para avanzar en la erradicación del trabajo infantil con especial atención a sus peores formas, el Gobierno nacional desarrollará y fortalecerá los pasos descritos en la Estrategia Nacional Para Prevenir y Erradicar las Peores Formas de Trabajo Infantil y Proteger al Joven Trabajador, 2008-2015 (ENETI) y promoverá la corresponsabilidad de su aplicación en los departamentos y municipios del país". El PND identifica como prioritario el seguimiento anual de la información de trabajo infantil, según las necesidades establecidas dentro de la ENETI.
En este sentido, la medición del trabajo infantil en Colombia, no sólo se ha considerado como una importante herramienta para la protección de los niños y las niñas, sino que se presenta como un mecanismo de seguimiento para la evaluación de la política del gobierno nacional para la solución de este problema.
REFERENTES INTERNACIONALES
La participación de los niños y las niñas abarca una gran variedad de actividades, desde trabajo que se puede considerar formador, promoviendo el desarrollo del niño sin interferir la escolaridad, hasta actividades que son nocivas física, moral y sicológicamente para los niños y niñas y adolescentes.
Según la OIT en el Manual sobre Metodologías de Recolección de Datos no existe una definición universalmente aceptada de trabajo infantil (cf. OIT Estadísticas de Trabajo Infantil, 2004) además destaca dos posiciones entre las cuales se presenta la discusión de lo que debería ser considerado como trabajo infantil. La primera posición, la más radical, considera a todas las actividades no escolares y no recreativas que realizan los niños y niñas como trabajo infantil. La segunda posición define trabajo infantil como la participación de los niños y las niñas en actividades económicas que no permiten al niño la posibilidad de un desarrollo físico, sicológico y moral adecuado. Esta última definición utiliza el término de "trabajo infantil" para las peores formas de trabajo infantil y para las actividades hechas por los niños y niñas por debajo de la edad mínima.
Con respecto a estas dos posturas, Maria Eugenia Rausky (2009), postula la existencia de dos miradas contrapuestas al fenómeno:
Por un lado, dos organismos internacionales: la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que sostienen la necesidad de la erradicación de las actividades laborales de niños y niñas. Por otro lado, la perspectiva que plantea el Instituto de Formación para Educadores de Jóvenes, Adolescentes y Niños Trabajadores de América Latina y el Caribe (Ifejant), institución que apoya y promueve el trabajo Infantil.
Sin embargo, identifica que si bien las dos instituciones, OIT y UNICEF,
(…) Reconocen que no es posible ofrecer una definición única del trabajo infantil, ambos comparten de manera general que es posible definirlo, como toda actividad económica realizada por niños, niñas y adolescentes, por debajo de la edad mínima general de admisión al empleo especificada en cada país, cualquiera que sea su categoría ocupacional (asalariado, independiente, trabajo familiar no remunerado), y que sea física, mental, social o moralmente perjudicial o dañino para el niño, e interfiera en su escolarización: privándole la oportunidad de ir a la escuela; obligándole a abandonar prematuramente las aulas, o exigiendo que intente combinar la asistencia a la escuela con largas jornadas de trabajo pesado".
Es así como se analiza de manera más profunda la definición de trabajo infantil elaborada por la OIT y los demás organismos internacionales, puesto que esta ha servido de manera más general a la evaluación y medición de trabajo infantil, cuestión que se puede ver en la II Resolución de la CIET 2008, auspiciada principalmente por ese organismo. Sin embargo, es necesario reconocer que esta no es la única aproximación a este fenómeno, tal y como se mostró.